El libro El reciclador de Manuel Rijalba Palacios recoge las acciones y recuerdos de Rafael, un personaje entrañable que recorre las calles de Piura en busca de objetos que pueda recolectar y aprovechar para luego venderlos a otras empresas.
Es, también, una historia sobre la memoria, una reflexión en torno a los tiempos actuales y un homenaje a todos los compañeros y compañeras que marcaron la infancia y la adolescencia. Conoce más sobre este escritor, que también es músico y docente, en esta breve entrevista.
¿Qué lo llevó a escribir la historia detrás de El reciclador?
Toda generación de ciudadanos tiene sus recuerdos, sus aventuras, sus anécdotas relacionadas a la época escolar, a su primaria y secundaria. Esa fue una de las razones. También me inspiraron las lecturas que hice de Edmondo de Amicis, su libro Corazón: Diario de un niño, así como el libro Cuchilla de Evelio José Rosero y el cuento Paco Yunque de César Vallejo.
Todos los que transitamos por esa época compartimos y extrañamos esos momentos. Quería unir esa sensación a los acontecimientos que suceden en la realidad; para mí, toda historia debe tener una importancia y un mensaje para el lector.
Para mí toda historia debe tener una importancia y un mensaje para el lector.
¿Por qué llamarla El reciclador?
Como no se me ocurría el título empecé a observar, desde mi ventana en el tercer piso, el sonido del viento, los árboles, algún vuelo de pájaro. Noté que en la esquina había un bote de basura, lleno hasta arriba. Luego vi que apareció por ahí un señor que empezaba a revolver esas bolsas y seleccionar algunos desechos. Esa imagen me llevó a darle el título a la obra. Cuando lo vi empecé a hilar la historia.
Ya tenía en mi cabeza las aventuras, las travesuras, las chacotadas que todo estudiante ha tenido, esos ya estaban en mi mente. La idea era recrearlas, adecuarlas e inventarlas. Luego se me ocurrió el personaje principal, un reciclador, que transita por los recuerdos.
Transitar por la memoria es un leitmotiv. ¿Esto fue pensado o no?
Al principio sí, estaba tratando de imaginar cómo hilar los recuerdos. Cuando observé a esa persona que revolvía las bolsas, recién se me ocurre que, en el transcurso que va recorriendo las calles ese personaje para reciclar, él va recordando sus anécdotas de antaño.
Usted es músico, un arte que maneja de forma distinta al lenguaje. ¿Fue muy difícil pasar a la narrativa?
No fue sencillo, pero sí más factible. Tengo estudios de música y de literatura. Las ideas se me han ocurrido de manera espontánea y no fue tan complicado hilar esa historia. Desde el punto de vista artístico, el arte musical ha influido de alguna u otra manera.
¿La realidad ha sido fundamental para su creación?
Sí, creo que ha sido fundamental. Si bien es cierto que un texto literario puede tener personajes principales y secundarios inventados; las calles, las personas con las que se cruza Rafael, como reciclador, cumplen una función en la obra. Sin esos personajes, sin esos contextos, faltaría algo en el texto.
Sin esos personajes terciarios, sin esos contextos, faltaría algo en el texto.
En la novela se hace una reflexión sobre la educación: ¿fue un tema que se escogió o vino por los recuerdos de las andanzas juveniles?
Yo hice una reflexión sobre lo que está ocurriendo actualmente en la sociedad peruana y, a través de esta recreación de recuerdos, pude exponer esta problemática. Las uní para hacer una obra que apunte al cambio.
Alguna escena curiosa que haya ocurrido durante la escritura de El reciclador
Tiene que ver con mis compañeros de estudio, de alguna otra manera, ellos, a quien va dedicado este libro (son doce), se pueden ver reflejados en los personajes, aunque no sean ellos completamente. Dirán «¡Ah, caramba! Justamente esto era lo que pasaba en la época de los años maravillosos». Ellos podrían hacer un contraste con la época actual y notar un cambio total de costumbres, desde el punto de vista social. Siento que esto funciona como parámetro para que la novela genere buenos resultados.
Pensando en los libros que han transformado su vida ¿Cuáles recomendaría leer?
Además de los libros que ya mencioné, que me motivaron a escribir esta historia, recomiendo a autores como Alonso Cueto y Mario Vargas Llosa; también, de los latinoamericanos, me gusta Julio Córtazar.
Es importante para mí resaltar a los autores que me llevaron a ser escritor, las grandes obras maestras que leí, entre ellos Ciro Alegría y Enrique López Albújar. Estos escritores me marcaron, por ellos y por muchos otros, quise ser escritor.
En poesía me gustaría recomendar a Carlos Augusto Salaverry, a la poetisa peruana Elvira Castro de Quiroz. También las leyendas y poemas de Gustavo Adolfo Bécquer.
Por la lectura de Ciro Alegría y Enrique López Albújar quise ser escritor.
¿Cómo recomendaría su propio libro a sus futuros lectores?
Así como con los músicos, cuya gran satisfacción son los aplausos, para los escritores su gran satisfacción es la mirada lectora. Cada libro que un escritor produce, además de ser su pasión, cuenta con un mensaje claro.
En este caso, para mí la novela El reciclador cuenta con mensajes que apuntan a la responsabilidad social, a situaciones que no podemos dominar, que señala la falta de cultura de valores y resalta el compromiso que tenemos con ciertas situaciones que deben cumplir todos los peruanos. Además de ser una lectura amena tiene un mensaje claro: debemos aportar al cambio, en primer lugar como persona y, en segundo lugar, hacia la sociedad.
Por último, ¿qué tal su experiencia con Grupo Ígneo?
Antes de esta situación de pandemia, yo pensaba viajar a Lima. Después de investigar, con ustedes me quedé por tres aspectos: la seriedad, el trato amable y el profesionalismo. La calidad del libro también me parece importante y creo que han sabido llegar a ella. Hasta ahora, estoy satisfecho por la decisión que tomé.
Si quieres conocer más sobre las aventuras de Rafael, te invitamos a adquirir este libro a través de la página web de la editorial Grupo Ígneo, en Amazon y en las librerías asociadas.