¿La muerte es la extinción total? ¿Qué hay de la eternidad? ¿La vida eterna es real?
¡Era un espectáculo impresionante! Los deportistas de los juegos panamericanos mostraban sus altas capacidades para obtener las medallas de oro. Otros, las de plata y también las de bronce. En el surf, Daniella, con tan solo diecisiete años, estaba feliz, clasificaba como campeona en Punta Rocas, Perú. La esperaban en Surf open, en los Juegos Olímpicos de Tokio. Gladys había ganado la maratónica y también había clasificado en los Juegos Olímpicos. Todo era felicidad y ambas obtuvieron medallas de oro, igual que otros participantes. Las bailarinas y gimnastas mostraban ritmo, agilidad, belleza, juventud y sincronismo.
De pronto, un pensamiento vino a mi mente. La radio, la televisión y la prensa captaban a estos brillantes deportistas y trasmitían las imágenes y sonidos de las competencias. ¡Pero el pensamiento que me había llegado era más fuerte! ¿Qué era este pensamiento que me perturbaba? ¡Era como un susurro que golpeaba mi mente! «¡No te olvides de que estas personas son transitorias, viven en cuerpos temporales!». Me pareció un pensamiento aguafiestas en medio del jolgorio y alegría de las competencias y entusiasmo de las bellas gimnastas. ¿Por qué venían a mi mente estos pensamientos? Y entonces me di cuenta de que era la voz de la tercera dimensión que me hacía reflexionar, «estos deportistas están en su hora de gloria, pero es la gloria del mundo, no es la gloria del Creador». ¿A qué viene todo esto?, ahora que se están cosechando éxitos y triunfos en estos juegos panamericanos, ¿acaso no están todos contentos de competir?
La respuesta vino del más allá: «Esas chicas y esos chicos son jóvenes y fuertes, pero viven en cuerpos transitorios, pronto envejecerán y los abandonarán». En ese momento recordé a Perry Stone, autor del libro Secretos de ultratumba, quien escribe que, según los esenios, los cuerpos son corruptibles y el material del cual están hechos no es permanente, pero sus almas pueden continuar. Stone vive en Estados Unidos con su esposa e hijos. Él es un entusiasta defensor de la doctrina cristiana y destaca las palabras bíblicas de que los cuerpos temporales necesitan el espíritu de vida eterna, que solo lo da Cristo. ¡Este era el pensamiento que me había invadido! Los cuerpos de los jóvenes gimnastas y de los ganadores del surf necesitan recibir el espíritu de Cristo para tener la vida eterna.
Mucho se ha escrito sobre la vida y la muerte. Pero siempre habrá duda, porque el ingrediente para entender los misteriosos del cielo, el infierno y la eternidad es la fe, sin la cual es imposible agradar y comprender a Dios.
Ocurre muchas veces que los hombres y mujeres de este mundo, bien parecidos, elocuentes y ocupando buenas posiciones, suelen ufanarse por su estatus. ¡Lucen orgullosos autosuficientes! Sus fuerzas físicas, rangos sociales y posiciones económicas los acompañan. Están tan ensimismados en ellos mismos que no tienen en cuenta a Dios. Pareciera –por sus amaneramientos de comportamiento- que no necesitan de nadie. Estos individuos no se dan cuenta de que son mortales, y que no pasará mucho tiempo para que mueran y se conviertan en polvo. Una sola cosa los puede transformar: haber recibido el Espíritu de Cristo. Solo él es el dador de la vida eterna.
Del Libro Atrapa el cielo, de Guildo Chang.