Luis Tello es un médico peruano que lleva a un escritor nato en su corazón. La gastroenterología ha sido la profesión que ha ejercido por muchos años, pero su pasión por las letras y esas ganas de expresarse y contribuir con la sociedad, fue lo que motivó a escribir y publicar su primer libro, El apóstol desconocido.
Ese amor por la literatura y esa necesidad de contar vivencias, inspirado por la coyuntura que atraviesa su país, lo llevó a seguir confiando en su pluma hasta publicar otros dos títulos, El anciano eterno y Virus maldito, los tres bajo el sello Ediquid, de Grupo Ígneo.
«Escribir me llena. No pienso mucho en los resultados, si voy a vender o no, o si voy a vivir de eso. Para mí, es casi una obligación moral publicar. Es como cuando haces una investigación, no sirve de nada si no lo publicas, tiene que hacerse conocer. Yo tomé la literatura como una tribuna, como un medio para expresar mis ideas, mis frustraciones, conceptos de la vida misma y contribuir de esta forma a que la gente pueda tener una opinión sobre temas trascendentales», expresó.
Tello escribe sobre la marcha, un escenario en su cabeza es el punto de partida para la trama que planea desarrollar. Sus libros son traducciones de sus experiencias, en especial, Virus maldito, donde reflejó sus vivencias y la de sus colegas en el hospital donde trabaja en la ciudad de Lambayeque, Perú. «Necesitaba desahogar un nudo que tenía en el alma, en el corazón, sobre la situación que estábamos pasando en medio de la pandemia de la COVID-19, lo que veía en las noticias, escuchaba o leía por Whatsapp, y de mi participación en el hospital», dijo.
Por otro lado, el autor comentó que su última publicación El anciano eterno, es una confrontación de su naturaleza como persona, donde intentó presentar una explicación a lo que somos, más allá de lo físico, y lo que representamos en el universo. Un libro donde da a conocer que existen otras realidades más allá de nuestros cinco sentidos. La obra de Tello es ideal para aquellas personas que están en esa búsqueda del porqué.
Un escritor de fe y un hombre de ciencia
Para Tello, uno de los puntos más resaltantes en sus obras y en su vida diaria, es la fe. Afirma que la ciencia ofrece miles de confirmaciones sobre la existencia de un Dios, siendo la fe lo mejor que ha dejado la religión, ya que, a su parecer, sin ella no queda nada en la vida.
«Hay un dilema entre la ciencia y la religión, pero desde mi punto de vista creo que se potencian. Para mí, la creación del mundo es un milagro, la ciencia misma afirma que los milagros existen. En mis tres obras menciono que existe un ser superior y yo estoy convencido de eso, tal vez por eso escribo como lo hago, tratando de encontrar la prueba final de la existencia de Dios. Tal vez esa es mi preocupación final al escribir, ya que para mí, confirmar la existencia de Dios, es diluir el concepto trágico y final de muerte que conocemos».
En el kindergarten de la escritura
Luis Tello afirmó que al empezar a escribir se sintió como un adolescente en el mundo de la escritura. A pesar de considerarse amante de las letras, confesó no tener una amplia experiencia. «Me gusta el realismo mágico, siempre busqué grandes autores latinoamericanos, con años de experiencias, y eso me ha servido para empezar, como por ejemplo los libros García Marquez».
Este médico peruano confesó que su proceso editorial ha sido una especie de aprendizaje constante y gratificante. En este sentido, valoró el trabajo que realiza Grupo Ígneo. «Ustedes están haciendo la democratización de la literatura. Todos podemos acceder a tener un espacio donde expresarnos. El tema es hacerlo, es una tribuna maravillosa para que la gente te pueda escuchar. Creo que todos podemos contribuir para que todos mejoremos. La literatura es un espacio tremendo».
Tello también reconoció el trabajo que realizaron las editoras de sus tres libros y explicó que se sintió agradecido de recibir todas las recomendaciones de la editorial. «Fue una experiencia maravillosa. Entender la forma en cómo se tiene que escribir, aprender a tener un lenguaje menos cortante (como médico solemos escribir de forma tajante), siento que aún estoy en el kindergarten, pero la intención es que mi mensaje pueda llegar de la mejor forma, y eso se ha logrado gracias a estar acompañado con una editorial», confesó.
Excelente aporte