Conocer todas las dimensiones del ser humano, entenderlo como una unidad (cuerpo, mente, espíritu y relaciones) y descubrir la grandeza y poder interior es, según la doctora y escritora Ilgora Pizzolante, la mejor herramienta para estar saludables. Así lo detalla en su primer libro Redimensiónate y exprésalo en salud, una ruta rápida de acceso que introduce al lector en una visión que le permitirá llegar a su desarrollo pleno y derivarlo así en salud.
Pizzolante, médico endocrinóloga venezolana con más de 30 años de experiencia y coaching de salud, acerca a las personas a un redescubrir interno con una guía sencilla de alineación de todas las instancias que lo conforman: comportamientos, actitudes, emociones, creencias, valores, identidad y espiritualidad, elementos que tienen que ver con la sana estima y crecimiento personal.
¿Qué te inspiró a escribir Redimensiónate y exprésalo en salud?
Siempre me ha motivado el ser humano, en su unidad y sus dimensiones, así como el impacto de estas dimensiones en todas las facetas de su vida. Considerando la salud prioritaria en una escala de valores, quise contribuir a la comprensión de nosotros mismos en beneficio de la salud.
La motivación del ser humano, como obra inconclusa y como tarea para humanizarnos, porque podemos decir que no todo el mundo está humanizado, me ha hecho buscar muchos aspectos sobre las personas y ver también la parte de los comportamientos de salud inadecuados, específicamente de cuatro: el abuso de alcohol, el tabaquismo, las dietas insanas y el sedentarismo, que son las causas de la principal mortalidad que hay por enfermedades crónicas en personas jóvenes, de 30 a 69 años.
Todo esto fue un impulsor para tratar de acompasar lo que somos con lo que hacemos, porque primero tenemos que ser para después hacer.
Hay una especie de folklore ahora y es que la gente quiere tener y se olvida de ser. Yo creo que eso hay que recastarlo, porque tenemos que ver primero dentro de nosotros, dispuestos a ser lo que ya somos. Tenemos una grandísima dignidad que tenemos que respetar, si eso fuera así, todo sería sagrado para nosotros: las relaciones, el contacto con uno mismo. Todos estos temas siempre me han apasionado, y si puedo, con todo lo que he hecho en mi vida relacionado a esto, traspasarlo y que pueda contribuir con los demás, yo soy feliz.
¿Qué tan importante es para el ser humano «redimensionarse»?
Diariamente tenemos como 60 mil pensamientos que a veces no tienen ningún rumbo, e incluso, hacen que empeore la salud y no nos ayuda con los resultados. También tenemos creencias, a veces irracionales y desde pequeños, y no las cuestionamos. Las creencias más bien deberían ser empoderantes, positivas. Todo estos abordajes tenemos que hacerlos para poder trabajar en nuestra salud, así como trabajar en nuestros diálogos internos, pues a veces, somos nosotros mismos el peor enemigo que tenemos.
Conocer realmente quiénes somos nos hace vivir desde la grandeza de nuestro ser, desarrollar todas nuestras dimensiones y desde allí, expresarlas en nuestra vida cotidiana. Eso nos va a dar paz, armonía, desarrollo.
Recordando a Maslow en uno de sus libros: el que deliberadamente no se desarrolle a dónde puede llegar, va a ser una persona frustrada. Esa es una tendencia humana, la auto perfección. El conocer tus mejores posibilidades humanas te lo da si tú conoces y estás dispuesto a seguir tu desarrollo, reconocerte como unidad y mantenerte integrado: cuerpo, mente, espíritu y relaciones unificadas en la contradicción que somos.
Eres médico endocrinóloga pero también eres coach de salud. ¿Qué tan importante es que los médicos puedan acompañar a sus pacientes, desde un punto de vista emocional, en el proceso de sanación?
La relación médico-paciente para nosotros es un punto de honor, porque realmente el médico tiene una gran influencia sobre el paciente si la relación está bien, si no, ya es diferente, la información que pueda obtener por otro lado, no será la misma.
Los pacientes necesitan de una mano amiga, y lo mejor es que sea la de su médico
Si el médico tiene siempre presente que detrás de un síntoma o una enfermedad hay una persona, que para tener un comportamiento inadecuado, que son bien frecuentes, hay una serie de niveles que vienen por detrás, puede ir más allá y trascender, darle un poco más la mano al paciente; y si no lo puede hacer él, pero está consciente de la importancia y lo tiene pendiente, podrá referirlo a la persona pertinente que lo pueda ayudar. Realmente, los pacientes necesitan de una mano amiga, y lo mejor es que sea la de su médico.
Esa redimensión es importante no solo para el paciente sino también para los doctores. ¿Cuál sería la mejor manera para que los estudiantes de medicina puedan «redimensionarse» desde los inicios de su profesión?
La tendencia actual es ver al ser humano como una unidad (cuerpo, mente, espíritu y relaciones). Ya se estudia hasta en cátedras de Harvard y universidades de California y otras ciudades de EUA. La mirada del ser humano en su totalidad viene siendo muy importante. La redimensión no es solamente para los pacientes, sino también para los médicos, los estudiantes, para todos como seres humanos. Mientras más nos desarrollemos, vamos a llegar a la plenitud y estaremos más felices, en paz y con relaciones de mayor calidad, lo que derivará en una salud mucho mejor.
Por eso creo también que hace falta incentivar esto desde todas las casas de estudio, sobre todo en Latinoamérica. Una de las cosas que está cambiando actualmente con las neurociencias y neuroteología, es que están explorando los resultados que de por sí, siempre han tenido las tradiciones orientales antiguas, ahora se están comprobando los efectos de la meditación, de la oración, de la contemplación. Todo eso se está estudiando, desde el punto de vista occidental, para demostrar qué pasa con ello. Obviamente, si ya hay institutos como Harvard y otros que lo tienen incluido como estudio, sin duda, hay que dedicarle también su espacio en otros programas.
¿Cómo fue para ti el proceso de escritura? ¿Fue fácil o complejo?
Realmente no tenía ideada, en un principio, la forma de un libro, pero había venido escribiendo cosas aisladas respecto a mis motivaciones. Cuando me proponen y presionan, de buena forma, desde la Academia de Coaching y Capacitación Americana para hacer un proyecto de libro, mis motivaciones anteriores se concretaron y establecieron en un plazo. A partir de allí, todo se dio de una forma muy fácil, lo disfruté muchísimo y es porque cuando uno hace algo que le gusta, fluye y esta fue una experiencia de fluir en los meses que duró. Ya después cuando viene el proceso de revisión y edición, no fluyes tanto, pero lo tienes que hacer porque lo importante es que el mensaje le llegue a todo el mundo de la mejor manera. De verdad, me gustó y ya creo que voy para el segundo libro.
¿Qué le recomiendas, entonces, a alguien que deseas escribir pero no se atreve?
Que busque el tema que ha trajinado y con el que quiere dejar un mensaje, es una manera de llegarle a muchas personas, no es imposible. Uno se sienta y si es algo que te gusta, te fluirá fácil. Yo los invito a escribir porque es una forma de poder compartir tu pensamiento o lo que quieras dejar a las otras personas de una manera muy accesible.
¿Hay alguna anécdota curiosa respecto al proceso de realización del libro?
La única anécdota que realmente recuerdo es que semana tras semana tenía que entregar un adelanto, más todo lo que tenía que estudiar, y eso fue realmente fuerte, pero cuando a uno lo sacan de su zona de confort y te están presionando, y te ponen fecha de entrega, también fluyes más rápido.
Nuestros autores generalmente tienen lecturas o escritores que los han marcado ¿Ilgora Pizzolante tiene algún autor preferido? ¿Alguna lectura que quiera recomendar?
Soy una asidua lectora. Últimamente leo muchos libros relacionados a la neurociencia, a la actividad mental, me encanta Daniel J. Siegel, Ken Wilber. Tengo una cantidad de autores que me gustan, David Hakins; me gusta muchísimo por poner dentro del contexto del mundo al ser humano, de él rescato la parte de salud y del hombre en relación con la naturaleza, con el cosmo, visto como un todo, es realmente fascinante.
Si fueras un librero o un youtuber ¿cómo invitarías a las personas a leer Redimensiónate y exprésalo en salud?
Los invitaría a ser reflexivos, a que se interesen por ver qué se está diciendo para mejorar algo que posiblemente no hemos estado motivados para mejorar. Creo que hay que estar muy abiertos a lo que te están diciendo y estar dispuestos a hacer un viaje interno.
Les diría: mi libro no es un tratado ni de medicina, ni de coaching, ni filosofía, ni de teología, pero es un mix, una guía inicial que te introduce en una visión que te va a generar salud.
Es una guia, la más facil y rapida que encontré para que el lector pueda ir hacia sí mismo, revisarse, ver en qué está fallando, qué lo está limitando, poder ver dónde puede intervenir y si no puede solo, sepa dónde buscar una ayuda. Lo ideal es lograr ese desarrollo pleno al que todos estamos llamados.
¿Qué tal fue el proceso de edición con Grupo Ígneo?
Me sentí súper bien. Me encontré con un grupo completamente estructurado. Se cumplieron todos los tiempos, todo lo que me dijeron de cómo iba a ser, así fue, funcionó. Además, me encontré con un equipo muy amigable y profesional. Después de haber editado el libro, también me ha parecido importante el apoyo que me han brindado, con la organización de los foros y la presentación de este libro. Me he encontrado muy satisfecha.