Si bien la depresión es un trastorno de salud mental que afecta a un importante número de la población mundial, aún existen muchos tabús a su alrededor. En diversos países de América Latina todavía existe un gran silencio que rodea a las enfermedades mentales.
Desde que inició la primera etapa del confinamiento en 2020 a causa de la pandemia por coronavirus y los distintos problemas que la COVID-19 ha traído consigo, la Organización Mundial de la Salud ha advertido sobre la importancia de reforzar los servicios de salud mental para atender esta crisis. Precisamente, en este período de aislamiento sanitario, la abogada uruguaya Léonie Garicoïts decidió darle voz a los pacientes de depresión crónica y educar a quienes los rodean, al escribir su libro, Punto y coma. La lucha por vivir, un testimonio autobiográfico y una reflexión personal sobre la depresión y su relación con el suicidio.
«Quise hablar desde mi experiencia personal, tratando de dar una visión general, con respecto a la familia, al trabajo, a las características de una persona depresiva. Tratar de ayudar a la gente a que se descubra y a que la familia y compañeros de trabajo descubran qué es lo que le pasa por dentro a una persona depresiva y sepan cómo darle una mano», expresó.
Garicoïts aclara que si bien no cuenta con ninguna especialidad en psiquiatría o psicología, sufre depresión crónica y entiende el contexto y la necesidad que hay de atender a quienes padecen esta enfermedad, especialmente en su país natal, Uruguay. «Sigue siendo un tema tabú del que no se habla. Nos tratan de locos. Desde mi punto de vista y mi experiencia, sé que puedo dar un aporte».
Ayudar con conciencia
Punto y coma. La lucha por vivir es el décimo libro de esta autora uruguaya, pero el primero con tono autobiográfico (ha publicado cuentos cortos y poemarios). Garicoïts confesó que si bien quería un relato testimonial no quería ahondar en detalles personales de su vida, sino solo acercarse a determinadas circunstancias.
«Me llevó tiempo darle la vuelta y lograr sentirme cómoda comunicando y respetando la privacidad de quienes me rodean. Quería hacerlo lo más impersonal dentro de lo personal, por eso mismo me costó tanto, hasta que di con el tono justo: lograr hablar algo muy personal pero darle un toque testimonial sin invadir la privacidad», explicó.
Mucha gente quiere ayudarte pero no se da cuenta que tu tenés tus limitaciones y si no recibís una ayuda terapéutica, es difícil dar el paso inicial de quebrar ese encierro en el que te metés por la depresión.
Esta obra está dirigida a personas con depresión y a su entorno, especialmente a familiares y compañeros de trabajo, quienes muchas veces, al desconocer lo que padece una persona depresiva, intentan ayudar con las frases o acciones equivocadas: Sal a tomar sol, que eso te hace bien; no puedes quedarte encerrado; si lo tienes todo, ¿por qué estás mal? Estas son algunas frases que suelen escuchar quienes están pasando por cuadros depresivos y Léonie Garicoïts enfatizó que muchas veces no es un tema de voluntad, sino de recurrir a quien de verdad está en la capacidad de ayudar y darte fuerzas para empezar a vivir de nuevo.
«Mucha gente quiere ayudarte pero no se da cuenta que tu tenés tus limitaciones y si no recibís una ayuda médica, una ayuda terapéutica, es difícil dar el paso inicial de quebrar ese encierro en el que te metés por la depresión. Te quedas en tu cama, no sales, te cuesta ir a trabajar, te levantas a duras penas, todo te cuesta montones. Al exigirte tu familia o el entorno que salgas, que vayas a algún sitio, no se dan cuenta de que no es un tema de voluntad, es un tema de que simplemente no podés».
Garicoïts recordó que en ocasiones también hay una carga genética importante en las personas depresivas. «Quizás no tenés un problema en tu vida cotidiana, pero tuviste experiencias complicadas como un duelo, un divorcio, cosas que en verdad te dejaron una secuela y como es un tema genético, no lo puedes evitar y te deprimís. Ahí es cuando necesitas ayuda, por eso hice el libro, para que puedas ubicarte, encontrarte, darte cuenta que algo te está pasando y que no es normal la actitud que estás teniendo, que no es sano quedarte en tu casa encerrado, que puedas identificar esas características».
«Quise hacer el libro porque yo me sentí muy sola y los libros me han acompañado toda la vida, he leído desde chiquita. Quise dar mi aporte, que las personas se identificaran con las mismas situaciones que pasé yo, que vieran que no es algo tan espantoso, que se puede tratar, que se puede mejorar en la vida, que podés tener ayuda, y que se supera, o por lo menos aprendés a convivir con ello».
La salud mental como política de Estado
Como abogada y paciente depresiva crónica, Léonie Garicoïts entiende muy bien la necesidad de que los países comiencen a darle un peso importante a la atención de la salud mental.
«En Uruguay no se le da la trascendencia que debería, incluso si decís que tenés depresión te ven con cara rara, creen que estás inventando y, justamente, la gente tiende a ocultar su padecimiento y no va a un tratamiento, a una asistencia. Es muy importante hacer una política de Estado con respecto a la salud mental, sacarle ese aire de tabú, reconocerlo como un problema y ubicar laboralmente a las personas que sufren de depresión crónica o están pasando por un periodo de depresión circunstancial».
Sin embargo, Garicoïts reconoció que en su país, poco a poco, se está palpando la atención gubernamental ante esta problemática, a través de ayudas telefónicas o asistencias gratuitas vía Zoom, llevadas a cabo por la Facultad de Psicología. «Eso es lo que importa, que se empiece a tomar conciencia por parte de la sociedad, que entiendan que si bien es una enfermedad mental, no es una enfermedad mental inhabilitante, vos podés trabajar, vivir en sociedad, hacer de todo pero te
tienen que ayudar y dar los instrumentos para ello. No todo el mundo puede tratarse con un psiquiatra, o acceder a la medicación que a veces es cara, o ir a un especialista en el tema. Todo ese tipo de terapias y tratamientos necesita también un apoyo del Estado, es como cualquier otra enfermedad, porque además es en cierta forma peligrosa, porque puede derivar en suicidio, y Uruguay es un país con un índice muy alto de suicidios. Una política de estado orientada a esto es esencial para prevenir este tipo de situaciones, que con la pandemia, aumentaron mucho».
Si decís que tenés depresión te ven con cara rara, creen que estás inventando y, justamente, la gente tiende a ocultar su padecimiento y no va a un tratamiento, a una asistencia.
Para ella, el tema de la COVID-19 ha incrementado los problemas emocionales. «Si bien la cuarentena rígida ya no existe, el contacto personal no es el mismo, no existe ese acercamiento, la comunicación no es igual, y a veces uno necesita un abrazo, que te agarren una mano y estás imposibilitado
de hacerlo por la COVID-19. Somos seres sociales, necesitamos a la comunidad, y si no podemos acercarnos a la comunidad ni ellos a nosotros, sentimos una pérdida, de comunicación, de afecto y eso nos repercute, por más que no estemos en cuarentena».
Más que un libro, una compañía
Punto y coma. La lucha por vivir, de la uruguaya Léonie Garicoïts, lo pueden encontrar en la página de Grupo Ígneo, www.grupoigneo.com. Su autora invita a las personas que sufren de depresión y a quienes lo rodean a utilizar su libro como un instrumento útil para entender el comportamiento de quienes están pasando por estas situaciones emocionales.
«Lo hice con la mejor buena voluntad para ayudar, porque como el título lo dice: nosotros somos autores de nuestra propia historia, tenemos todo el derecho de ponerle un punto, pero también podemos poner un punto y coma y empezar de nuevo, con otras armas, con una ayuda y encontrando un espacio adecuado para podernos desarrollar y ser útiles en la vida. Eso es lo que quiero transmitir»
Nosotros somos autores de nuestra propia historia, tenemos todo el derecho de ponerle un punto, pero también podemos poner un punto y coma y empezar de nuevo.
Además, insta a quienes lean el libro y se sientan identificados a que compartan su testimonio, conversen o aclaren sus dudas con ella, la autora, a través de su correo leoniegaricoits@gmail.com, y de sus cuentas de Instagram y Twitter, @LeoGaricoits. «Estoy dispuesta a dar lo que pueda de mí para que todos podamos funcionar mejor».