Descripción
Las mascotas son seres nobles que han acompañado a la humanidad desde hace siglos. Bien sea que estén adiestradas para guiar a personas con discapacidad visual, para rescatar ante desastres naturales, detectar drogas, servir de acompañantes o, sobre todo, para ser los mejores amigos. Los animales son muy importantes en la sociedad actual.
Estos cuentos, en cambio, buscan dibujar una realidad de experimentación científica: un doctor, que juega a ser Dios, quita a estos animales sus características particulares, aquellos que tanto nos ha ayudado, dándoles una inteligencia casi humana. Su obsesión por lograr algo único lo ha llevado a no pensar en las grandes consecuencias que esto podría causar a las familias que desean y aprecian las nobles cualidades de un perro o de un gato.
Gracias al doctor Cipriano se van por el drenaje la protección, la compañía y el afecto que estas mascotas representan para muchos. Tras sus peludos cuerpos, en estos relatos, esconden las intenciones humanas más oscuras.
Mascotas no deseadas inicia así:
El conteo de votos se ve, como de costumbre, transmitido en vivo por televisión a lo largo del país. En cada casa la tensión es tan densa que se puede cortar el aire con un cuchillo.
—Espero que con esto se solucione de una vez por todas el problema de la delincuencia en el país —opina el abuelo—, ya que cualquiera que sea la decisión estarán menos cómodos que antes.
—Pero ¿qué dices, papá? esa no es la solución a todos los problemas —refuta papá Raúl, quien recién llegaba del trabajo y había alcanzado a oír al abuelo cuando entró en la casa.
En la cocina, al lado del comedor, la madre corta una rama de cilantro junto con otras hierbas y especias. Mientras observa las ollas humeantes, se apresura a intervenir.
—Sí, es cierto, no solucionará todo, pero sería una solución visible para la corrupción en el país; no sé, eso pienso yo.
—Pues claro —opina Julio, el hijo—, son muchos los problemas del país como para que con esto se solucionen, pero con ese problema menos pienso que será mucho más fácil solucionar los otros; creo yo.
***
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