La superación y la colaboración son valores esenciales que, incluso en los rincones más coloridos y aparentemente simples de la vida, pueden transformar el mundo que nos rodea. En «La ciudad de los pececitos de colores», Luis Fuentes Piña te invita a sumergirte en una aventura encantadora y llena de esperanza, donde la inocencia y la valentía de un pequeño pececito llamado Adamir te demostrarán que los sueños pueden hacerse realidad con esfuerzo y unidad.
Adamir es un pececito azul eléctrico con grandes dientes blancos y ojos como gelatina que sueña con algo que podría parecer imposible en su hogar, tener una escuela. Aunque su ciudad no cuenta con una, su amor por las matemáticas y la lectura lo motiva a buscar una solución. En lugar de resignarse a la realidad, Adamir decide tomar cartas en el asunto y se embarca, junto a su amigo Percy, en una misión que cambiará su vida y las de todos los habitantes de la ciudad.
La historia de Adamir es un relato de perseverancia y determinación. A pesar de enfrentarse inicialmente con la indiferencia y el escepticismo de sus autoridades y otros miembros de la comunidad, su pasión y convicción pronto comienzan a contagiar a todos a su alrededor. Poco a poco, la ciudad se une en torno a un objetivo común: construir la escuela que Adamir tanto anhela. Este esfuerzo colectivo no solo les permite alcanzar su meta, sino que también fortalece los lazos de la comunidad y les enseña a todos una valiosa lección sobre lo que se puede lograr cuando se trabaja en equipo.
«La ciudad de los pececitos de colores» no es solo una historia para niños; es un cuento que resuena con personas de todas las edades. A través de las páginas de este relato, el autor te recuerda la importancia de la unidad y el esfuerzo compartido, valores que son fundamentales para hacer realidad cualquier sueño, por más lejano que parezca.
Luis Fuentes Piña, un autor inspirado por el amor familiar
Luis Fuentes Piña, el talentoso autor detrás de esta mágica historia, descubrió su pasión por la narración de cuentos infantiles cuando nació el menor de sus hijos. Las noches que pasaba inventando historias para que su hijo se durmiera se convirtieron en una fuente inagotable de inspiración. Estas experiencias lo llevaron a explorar el mundo de la narrativa infantil, un campo que ahora considera una extensión natural de su vida artística y familiar.
Con una vida siempre ligada a diversas formas de arte, desde la música hasta la cocina, Fuentes Piña ha enriquecido su creatividad y ha plasmado en sus cuentos un amor profundo por la infancia. Cada una de sus historias está impregnada de cariño y dedicación, con el objetivo de despertar la imaginación de los más pequeños y compartir con ellos momentos que quedarán grabados en sus corazones.