Descripción
La doctora Herlinda, una mujer caritativa y con una voluntad inquebrantable, es la protagonista de esta historia. Ella advierte, con preocupación, que los seres humanos no estamos preparados para enfrentar una pandemia como la COVID-19, la cual ocasionó, sin piedad, una incalculable mortandad humana.
La tenacidad de la doctora Herlinda para socorrer, con afanosa voluntad, al desdichado sería impulsada por su fe católica. La compasión que profesaba para atender a los necesitados era innegable; sin mediar dificultades, exponiéndose al peligro, acudía a aliviarlos. Con esa convicción humanitaria, asumiría la administración del dispensario de San Salvador, situado en el hostil distrito de San Cosme (Huancavelica), donde pulula la delincuencia y las infecciones.
Pese a la resistencia de algunos lugareños, lograría reducir la calamidad infecciosa. Pero esa voluntad caritativa de curar a los infortunados acarrearía consecuencias fatales a la salud de la piadosa médica.
Herlinda y Gabino, su cuñado, cumpliendo su deber sin la protección adecuada, sin presagiar la gravedad de la ponzoña, curaban a los infectados, contagiándose con el letal virus y sin tener los medicamentos necesarios para sosegar la mortal ponzoña.
Así inician las Palabras preliminares de esta obra, escrita por Santos T. Gallegos Guevara:
En la travesía de nuestra existencia, siempre encontraremos piedras en la calzada que recorremos; algunas las esquivaremos, otras lograrán golpearnos con salvajismo, abriéndonos heridas difíciles de sanar.
De acuerdo a los entendidos, la memoria es una acumulación de contextos y experiencias personales vividas que, muchas veces, son de bienestar y otras de desconsuelo. Es imposible vivir sin recordar los momentos más relevantes que agitaron nuestras vidas.
En Herlinda, la doctora, entre otras vicisitudes, se narra la historia de una acuciosa médica que, sin importar riesgos o impedimentos que afectaran su vivencia, acudía y auxiliaba al enfermo más necesitado.
Esa caritativa asistencia y aprecio al prójimo se extinguiría un funesto día, cuando, sin maliciar la gravedad del mal, examinara a un ciudadano enfermo con coronavirus. En seguida, la ponzoña contaminaría su frágil organismo, sin antídoto para frenar la infección. Pese a batallar con toda sapiencia y energía, no lograría vencer al mortal veneno.
Santos T. Gallegos Guevara
Nació en Lima, Perú. Como agente penitenciario, desempeñó diferentes funciones en los establecimientos penales del país, integró la Oficina de Inspectoría del Instituto Nacional Penitenciario, y ocupó el cargo de Director de la Oficina de Inspecciones e Investigaciones de dicha institución.
El autor ha publicado con éxito su primera novela, El Tayta, basada en hechos reales. Herlinda, la doctora es su nueva obra.
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