La literatura como arte
La literatura es un arte que nace en personas aparentemente normales, pero no se necesita un grado de divergencia o creatividad para hacer armonía con la letras; estas llegan a una persona y en la medida que ella las entienda, las analice, las use por mucho tiempo hacen del pensamiento del futuro escritor un cúmulo de pensamientos que desenvuelven en ruido armonioso y literario con un grado de sabiduría para hacer combinaciones de palabras que parecerán arte al servicio de la humanidad y este arte bien trabajado divierte, hace llorar, crea mundos fantástico y armónico para todo aquel que ama leer y privilegia la prosa bien hecha.
La vida con las letras no es sencilla pues se necesita tener creatividad para saber qué hacer con ellas y la capacidad de poner a que las palabras más sencillas inunden el alma y que las prosas más consagradas enamoren a todo aquel que se acerque a ellas; ahora bien también se necesita disciplina, ya que el solo hecho de dedicarle horas a este arte da como resultado unos párrafos que enamoran al más ingenio y riguroso; por ello la disciplina te hace imprimirle un toque de rigurosidad a las obras, para que todo aquel que las lea entienda que esta es una labor de maestros dedicados al arte de los seres que quieren trascender en el tiempo; así pues, que la creatividad y la disciplina hacen un ser excepcional.
La creatividad según Guilford
Cuando se habla de creatividad se debe acudir a Guilford (1959) este pensador estableció algunos criterios para que una persona de pensamiento divergente que es aquel que tiene una característica de creativo mucho más avanzados que sus homólogos como son los convergente, asimiladoras y adaptadores, ya que este tipo de personas tienen creatividad pero menos que los divergentes, pues de este estilo de aprendizaje salen los genios. Este psicólogo expresó que una persona que es divergente es original ya que sus obras provienen de su pensamiento, de alguna experiencia vivida; es también flexible, lo que le permitirá aceptar cambios en su obra, adaptarse a nuevos retos y saber cuando debe ceder para lograr objetivos propuestos, pero es además fluido; lo que le da la oportunidad de expresar por escrito o de manera oral sin dificultades. Todas estas características deben estar presentes en una persona que crea literatura con fines globales.
La vida con las letras no es sencilla pues se necesita tener creatividad para saber qué hacer con ellas y la capacidad de poner a que las palabras más sencillas inunden el alma y que las prosas más consagradas enamoren a todo aquel que se acerque a ellas
Guilford enseña cómo son las personas de pensamiento divergente en la literatura, pero se tiene de igual manera a Gardner, quien estableció varios tipos de inteligencia como son: lingüística; esta hace alusión a la facilidad que tiene una persona al usar las letras y como hace de ellas escritos maravillosos y hasta canciones que sobrepasan el tiempo; musical la cual se relaciona intrínsicamente con la melodía y ese poder para tener un oído fino para interpretar y enamorar al producir partituras musicales; lógico-matemático, esta tiene que ver con aquellas personas que son capaces de hacer de los números juegos, arquitecturas y crear seres de la nada para ponerlo a la lógica humana; corporal-cinestésica, este tipo de persona se pueden hallar en el deporte y son aquellos que hacen vibrar al saber manejar su cuerpo. Todas estas inteligencias son indispensables.
Los tipos de inteligencia
Por cierto, hay otros tipos de inteligencia como es la espacial aquella que pasa de ser abstracta, para hacer en la ingeniería creación de puentes, edificaciones y le permite al hombre ilusionarse con las maravillas físicas creadas por seres que no parecen humanos; se tiene la inteligencia intrapersonal, aquella que hace a las personas sabias, que saben vivir y que no caen en depresión por situaciones triviales; se tiene también la interpersonal, esta es la que tienen algunas personas de la sociedad que les toca manejar masa y que tienen buenas relaciones con casi todas las personas que tratan; por último y no menos importante está la naturista aquella que guarda la esperanza que el mundo lo podamos conservar en armonía y se vuelven defensores del medio ambiente y de los animales, plantas, ríos, mares, lagunas que le permiten al hombre tener una expectativa de vida más larga.
El escritor es una fuerza que toca todas las fibras de la sociedad y está dispuestos a mezclar las inteligencias clasificadas por Gardner y ponerlas al servicio de la sociedad por medio de las letras y ese poder para interpretar a personajes, protagonistas, lugares, antagonistas le brindan la oportunidad de convencer a muchos que la lectura es el camino para ampliar su poder cognoscitivo sin importar que tipo de inteligencia tenga.
Todo lo anterior ha permitido que Arlis Milan Mosquera, cree obras como: Cuentos para soñar y no querer despertar donde trata de mostrar los valores universales por medio de cuentos que dejan una enseñanza como si fueran fábulas; otra obra es Pablo: una vida, una mujer, una oportunidad, en esta obra que se desenvuelve como una novela de aventuras intenta mostrar lo que da criar mal a los hijos pero que la vida y una mujer en medio de un pueblo pacífico modifican la conducta de esa mala educación recibida en el hogar; también muestra lo bello del ser que parece malvado y que la vida da siempre oportunidades y que para ello siempre usa el amor de una hermosa dama; finalmente Arlis Milan Mosquera muestra su más reciente obra: Cuentos de Aventuras, ríos y mares; en esta obra se desenvuelven muchas de las inteligencias antes mencionadas pero se hace énfasis en la inteligencia interpersonal, intrapersonal y sobre todo la inteligencia naturalista pues el amor a la naturaleza es notoria en cada cuento expuesto por el autor.
Arlis Milan Mosquera
Bibliografía
Guilfod (1959) The nature of human intelligence. New York: MacGraw-Hill
https://www.redalyc.org/pdf/213/21301003.pdf