¿Cuál es el futuro que emerge en el siglo XXI? ¿A quiénes pertenece? ¿Por y para quiénes se construye? Son preguntas que surgen en medio de un mundo deteriorado por los picos más extremos del calentamiento global y la degradación de los sistemas de dominación económica, política y social, cuyo proceso de caída y colapso de la civilización se ha acelerado en medio de la pandemia del COVID-19. Así lo explica el chileno Carlos González Carrasco, quien con su primer libro, «Todo es posible. Del colapso sistémico a soluciones sistémicas», realiza un análisis social, económico, político y humano, que busca interpelar al lector a través de ideas agudas y concisas sobre nuestra realidad.
¿Qué le inspiró y le llevó a escribir «Todo es posible»?
Este libro viene gestándose por muchísimos años.Yo he sido siempre un práctico, una persona que toda su vida se ha dedicado a trabajar y la gran mayoría de las personas me preguntaba por qué yo no publicaba o escribía libros, porque mi conocimiento era de tal magnitud, que debía ser traspasado al mundo, y específicamente a América Latina.
Este es un libro por el proceso de aceleración de la caída y el colapso de la civilización. Vengo planteando esto por muchísimo tiempo, tengo varios escritos sobre la crisis del pensamiento humano, pero es la COVID-19 el hilo conductor de esta historia, en cuanto a que el coronavirus aceleró el proceso de exponer las características del colapso sistémico de la civilización occidental. Eso me inspiró a trabajar durísimo desde el año pasado para lograr esta publicación.
Lo que me motivó a escribir este libro es hacer una contribución al proceso de humanización, especialmente con una nueva base científica y con un análisis crítico de la historia de la humanidad, con el fin de que la nueva generación, principalmente las mujeres y los jóvenes, se doten de un conocimiento que les permita convertirse en los protagonistas de las transformaciones socioculturales del siglo XXI.
¿Cuáles han sido para usted esos factores determinantes, que se han exponenciado a través de la pandemia del coronavirus, de lo que usted denomina el «colapso de la civilización»?
Desde el punto de vista científico e histórico, la humanidad y nuestro planeta venían con dos procesos paralelos, entrelazados. La naturaleza y el ser humano debieran coexistir armoniosamente, pero debido a la formas del pensar humano, que se desarrollan hace 6 mil años atrás, comienza un proceso de deterioro de tres aspectos importantes del ser humano: su cuerpo, su mente y su espíritu. Al producirse la separación y desconexión de estos tres aspectos, las características del proceso de deshumanización vienen con los procesos de exclusión.
La nueva ciencia es dar voz a los que sobran, transforma al ser humano y lo empodera para decirle que tiene todo el potencial, las facultades, capacidades y sabiduría para encontrar las llaves de los candados que los tienen presos
Desde el punto de vista de las relaciones humanas, la coexistencia humana también se comienza a desintegrar en los últimos 200 años, donde ya se introduce de una forma mucho más fanática, lo que yo llamo el «materialismo utilitario», de la glorificación del sistema económico capitalista y comunista. Los dos sistemas, provienen de la misma raíz, del materialismo científico, del hedonismo humano de buscar la felicidad en la tierra a través de conceptos extremos. Yo empiezo a buscar científicamente las raíces de esto.
La nueva ciencia es dar voz a los que sobran, transforma al ser humano y lo empodera para decirle que tiene todo el potencial, las facultades, capacidades y sabiduría para encontrar las llaves de los candados que los tienen presos. Este es un proceso a través de la nueva ciencia, donde proveo, a través de los fundamentos científicos , que nosotros somos los propietarios de nuestra propia sabiduría y no unos pocos.
¿El proceso de escritura le fue fácil o complejo?
A pesar de la complejidad de los temas que yo he investigado en el campo de la neurociencia, como por ejemplo, explicar la anatomía de la neuroplasticidad en contra del reduccionismo, tuve que buscar una manera de exponer todo en el libro con un lenguaje sencillo, porque está dedicado especialmente a jóvenes y mujeres que no tienen el conocimiento científico que yo tengo.
El libro tiene que ser de un lenguaje accesible, donde yo realmente pueda comunicarme con la audiencia que deseo, porque este es un libro que no es para los científicos, aunque ellos también lo pueden leer y ver este concepto de la nueva ciencia
Yo tuve que traducir conceptos muy complejos y hacerlos accesibles al lector que no tiene una base científica. Por eso el libro tiene que ser de un lenguaje accesible, donde yo realmente pueda comunicarme con la audiencia que deseo, porque este es un libro que no es para los científicos, aunque ellos también lo pueden leer y ver este concepto de la nueva ciencia. Estos son los principios de la nueva ciencia, aquí hablo del sistema sapiens, de la conductividad humana, estoy hablando de la energía, de las emociones. En Todo es posible trato de que esta ciencia nueva sea accesible, particularmente a los jóvenes.
¿Qué aspira con «Todo es posible»?
La primera conexión que quiero con los jóvenes es una conexión personal y espiritual, para proveerlos de energía suficiente y sientan que tienen un apoyo en una persona científica como yo, que desea profundas transformaciones en las sociedades en que vivimos.
Nosotros, como seres humanos, debemos asumir las responsabilidad para que vivamos en armonía y en paz. Hemos vivido una humanidad de brutalidad, de crueldad, violenta, destructiva, dañina. Vivimos en un trauma humano sistémico y hemos traumatizado también a la naturaleza.
Mi libro le dice a los jóvenes y a las mujeres que tienen todas las capacidades, facultades, habilidades y el conocimiento para entrar en el sendero de la sabiduría humana, que es buscar nuevas formas de convivencia, de relación a todo nivel. Desde ese punto de vista, por ejemplo, yo planteo que no debemos tener ideologías, esto es lo más nefasto que existe, porque normalmente son binarias y nos pone el uno contra el otro.
Creo que los jóvenes y las mujeres se están saltando el torniquete de las ideologías, lo que implica que tienen la capacidad de auto-organizarse, auto-representarse, no esperar más de las promesas de los políticos ni de ninguna otra persona, asumir las responsabilidades de unirse con quienes quieran para lograr cosas tan simple, como cuidar su localidad, hacer de su entorno sistémico un lugar donde realmente se pueda y se quiera vivir en armonía con otras personas. Lo que planteo son cosas muy simples que hay que rescatar y que hemos perdido.
¿Hay alguna anécdota curiosa respecto al proceso de realización del libro?
Le cambié el título cuatro veces. Inicialmente se iba a llamar «Colapso sistémico, soluciones sistémicas», pero conversando con amigos me hicieron darme cuenta de que mucha gente no iba a entender ni siquiera el título. El otro nombre que pensé fue «Amor en tiempos de cólera», porque esta transición es una transición hacia el amor y estamos viviendo en tiempos de cólera, pero se parecía mucho al título del libro de Gabriel García Márquez, y aunque el título me encantaba, también lo deseché porque, además, era muy probable que no se entendiera en Europa.
Le cambié el título cuatro veces (…) me dije que tenía que ser un mensaje mucho más positivo
Luego se produce una situación en Chile bastante relacionada con el fracaso de la desintegración del sistema chileno y eso lo producen los estudiantes, cuando se saltan los torniquetes en el metro de Santiago. Esa fue la chispa que convierte el llamado estallido social en Chile. El símbolo del libro es un perro con una bandera, es el símbolo de los estudiantes chilenos que evadieron el pago del metro, entonces pensé titular el libro «Evade», pero esa palabra en el contexto chileno iba a ser muy controversial porque representa, dependiendo de quien lo vea, una narrativa bastante crítica, relacionada con algo que está fuera de la ley. Ahí hubo otro tipo de cuestionamiento y me dije que tenía que ser un mensaje mucho más positivo. Por eso me decidí por «Todo es posible».
Nuestros autores generalmente tienen lecturas o escritores que los han marcado ¿Carlos González-Carrasco tiene algún autor preferido?¿alguna lectura que quiera recomendar?
Una inspiración original y alguien que realmente me marcó desde muy joven es un neurocientífico, biólogo chileno, que se llama Francisco Varela. Lo que nos pasa en muchos aspectos, él fue estudiante de Humberto Maturán y, como buenos estudiantes, uno a veces quiere ser mejor que el profesor y ese fue el caso de Varela. Él también sale de Chile, como yo, y fue el primer científico en el contexto latinoamericano que trata de rescatar algo que todavía no hemos rescatado: desarrollar nuestro propio pensamiento latinoamericano.
Nosotros hemos copiado, nos han impuesto un colonialismo del pensar occidental que ha fracasado en el Occidente. Con Francisco Varela yo empiezo a conocer lo que yo defino como la «dictadura del materialismo». Varela es el primero, junto con Maturana, que cuestiona a la dictadura del materialismo científico, y yo tomo eso de base.
Yo invitaría a las personas a tener múltiples perspectivas, a leer de todo, incluso a la gente más extrema para saber lo que están pensando
Yo leo absolutamente de todo, más que todo porque tengo una formación multidimensional, tengo 6 títulos universitarios en 6 disciplinas diferentes. Yo he sido hasta cineasta y aplico también los conceptos del cine al trabajo que yo hago. Yo invitaría a las personas a tener múltiples perspectivas, a leer de todo, incluso a la gente más extrema para saber lo que están pensando.
Si tuviese que dar un consejo o recomendación a otros escritores o a gente que quiere iniciarse en la escritura ¿qué les diría?
Escriban sobre un tema que realmente les apasione. Yo pienso que si uno escribe por dinero, no va a llegar muy lejos. Uno tiene que escribir sobre algo, quizás es mi propia responsabilidad, que haga alguna contribución, aunque sea hacer pensar a las personas a través de una historia, que les despierte la curiosidad; una historia que le permita al lector interrelacionarse emocionalmente con los personajes y la anécdota y la única forma para que eso suceda es cuando el escritor, a través de esa historia, logra dar el mensaje emocional, espiritual, o científico. Hágalo por amor, con pasión, dedicación, autodisciplina y mucha auto-organización.
Imagínese que es un YouTuber o un librero en una librería ¿cómo recomendaría su libro a los lectores?
Les diría que si quieren conocer algo totalmente diferente de lo que aparece en los medios, en las revistas, en las publicaciones y tienen curiosidad, lean mi libro y van a ver cómo se les despierta un interés por cosas que jamás se imaginaban que existían.
¿Qué tal fue el proceso de edición con Ígneo?
Estoy muy agradecido al Grupo. Aunque no me faltan calificaciones para hacer lo que hice como primer escritor siempre es muy difícil encontrar una editorial que se interesare por tu trabajo. Realmente fue muy positivo el hecho de que, justamente en el Perú, se interesaran en este proyecto. Fue increíble porque cuando salgo de Chile, fue a través del Perú, es un país con el que tengo relaciones muy estrechas. Estoy muy agradecido con lo que ha hecho el Grupo por mi libro, espero que podamos seguir trabajando juntos.