Mucho se habla de luchar la batalla contra el cáncer, de ser un sobreviviente a la enfermedad, pero, ¿qué pasa cuando en lugar de pensarlo como en una guerra que se puede ganar o perder, se mira bajo una perspectiva positiva, una oportunidad, una aventura para sanar? Así lo ve el chileno Luis Toro, autor del libro De regreso a la vida, del sello Ediquid del Grupo Ígneo.
Toro, luego de dos años en un proceso interno de sanación, publica su primera obra con la intención de ayudar a pacientes, familiares y a la comunidad en general a entender que esta enfermedad puede ser vista como una enorme oportunidad de crecimiento personal.
«Yo nunca me consideré un sobreviviente del cáncer. Es un paradigma que hay que romper. Le pasa a mucha gente que recibe un diagnóstico y su primera reacción, luego de pasar por muchas emociones (rabia, depresión, tristeza, frustración) es ponerse a luchar y la lucha es un desgaste de energía y cuando estás en esta situación, con células malformadas, el desgaste de energía es enorme, no ayuda», explicó Toro al contar que su diagnóstico lo recibió el día de su cumpleaños número 60.
«Al principio no sabía cómo tomarlo, si como un regalo o un balde de agua fría, esto último fue el sentimiento original, pero después me dije: no, si esto te llegó fue por alguna razón y mi primera pregunta fue “¿para qué?”. De ahí partí el viaje y en el fondo lo que pensé fue que esto era una oportunidad para aprender. Yo no voy a luchar contra esto».
Luis Toro fue diagnosticado de cáncer renal en etapa IV con metástasis ósea avanzada. El pronóstico de los médicos era, con suerte, 6 meses de vida. «Te sugiero que en los tres primeros dejes ordenados tus papeles», fueron las palabras de uno de los oncólogos que llevó su caso.
«Al principio no sabía cómo tomarlo, si como un regalo o un balde de agua fría, esto último fue el sentimiento original, pero después me dije: no, si esto te llegó fue por alguna razón y mi primera pregunta fue “¿para qué?”
«Mucha gente cuando recibe un diagnóstico así, se queda con ese diagnóstico. Cuando un médico le dice a alguien: te quedan tres meses y esa persona así lo internaliza, lo hace suyo, es muy probable, que sí, le queden 3 meses, uno poco más o menos, pero se cumplirá. Yo empecé a trabajar en mi mismo, en mis células, con mi cuerpo, empecé a decirle a mi cuerpo: estás sano; empecé a trabajar en mi sistema inmune para elevar mis defensas.
Con un cáncer en etapa IV y con todos los huesos metastasiados se puede creer que no hay mucho que hacer, pero yo dije “no, esto es sólo un diagnóstico, esto es una prueba para poder aprender, crecer, para ver qué produjo esto y desde ahí empezar a sanar”. Además, tuve que crear un entorno en mi círculo, en mi familia, en donde alejáramos la enfermedad. Tuve que juntar a mi esposa, hijos y decirle: no me miren como un enfermo, si ustedes me miran así, ese es el mensaje que yo voy a recibir y así lo van a recibir mis células».
«Mucha gente cuando recibe un diagnóstico así, se queda con ese diagnóstico. Cuando un médico le dice a alguien: te quedan tres meses y esa persona así lo internaliza, lo hace suyo, es muy probable, que sí, le queden 3 meses
Su camino a la sanación le llevó un poco más de dos años y un trabajo personal intenso, que incluyó un cambio en la alimentación, cinco sanadores distintos y tratamientos con inmunoterapistas. «Yo pensé, este es el camino, tengo que seguirlo. Fui muy disciplinado internamente».
Todo es válido durante el cáncer
Para una persona que ha pasado más de 25 años practicando distintas medicinas holísticas, pensaren la medicina alópata no es la primera apuesta. Sin embargo, en esa aventura para sanar, descartar posibles tratamientos no era una opción. «Yo creía que lo sabía todo, llevo muchos años practicando reiki y otras disciplinas holísticas, me consideraba un tipo sano, pensé que nunca me iba a enfermar, no miraba la medicina alópata hasta que me llegó esto, justo en un momento de mi vida de debacle desde el punto de vista financiero».
En su libro, Toro relata lo importante que fue la decisión de abandonar sus creencias previas y entregarse a buscar nuevas respuestas en su interior. Sin embargo, combinar sus conocimientos con las opciones que le brindaba la medicina alópata y la fiel creencia de que no era su momento de partir, sin duda, fue algo que lo ayudó en su camino a la recuperación.
Para este autor, lograr sanar va de la mano con descubrir en qué momento se le abrió la puerta a la enfermedad y eso ocurre, según sus palabras, cuando hay un desequilibrio interno y energético provocado por emociones intensas como la ira, la depresión y la tristeza. «Muchas veces las personas nos resistimos a asumir una condición en un momento determinado, como una enfermedad, y creo que el primer paso para lograr sanarse es asumir tu condición: esto me pasa y este es el terreno que estoy pisando».
Al recordar su proceso, Toro afirma que a pesar de creer y sentir que estaba mejorando, su deterioro físico era enorme. «Después de haber pensado que estaba sanando, me encontré en la clínica y le dijeron a mi familia que me quedan unas horas. Aún así yo no pensaba en irme, me faltaban cosas por hacer, yo sentía que mi misión no estaba cumplida. No podía irme así, con una tarea inconclusa». Es en ese momento cuando Luis Toro confesó vivir una experiencia espiritual renovadora. «Es cuando hago mi primer pacto con Dios», aseguró, al tiempo que reiteró que pasar una enfermedad de esta naturaleza requiere, también, un acto de fe.
Para este autor, lograr sanar va de la mano con descubrir en qué momento se le abrió la puerta a la enfermedad y eso ocurre, según sus palabras, cuando hay un desequilibrio interno y energético provocado por emociones intensas como la ira, la depresión y la tristeza.
«No hay una cura alópata que diga: ya curamos el cáncer. Puede que funcione o no, pero siempre hay algo cierto: el sobreponerse a situaciones difíciles, la resiliencia, la actitud con la cual enfrentamos la enfermedad, influyen en un 50% para que todo funcione y para que puedas volver nuevamente a tu estado de salud. Es como las células, si tu te cortas, las células se regeneran, tienen solas, esa capacidad. Tu organismo también tiene la capacidad de sanarse, pero para que eso pase tienes que sanar todos tus desequilibrios emocionales. Ojalá todo el mundo supiera esto».
De regreso a la vida: una historia que contar
Para Luis Toro, escribir De regreso a la vida fue como el pasajero que acompaña a un piloto en un camino que, poco a poco, disfruta más. «Comencé a escribir cuando empecé a sanar, hace más de dos años atrás. Fui escribiendo todos los elementos que me fueron pasando, escribía en presente, cada cosa que iba viviendo, que me iba afectando de una manera positiva. En ese transitar me pregunté cuál era mi propósito: era este, ayudar a que otra gente sane, a que las personas puedan cambiar el switch de enfrentarse a una enfermedad y no caer en el caos, la desesperación, a recuperarse, a que entiendan que todos tenemos la capacidad de sanar».
Comencé a escribir cuando empecé a sanar, hace más de dos años atrás. Fui escribiendo todos los elementos que me fueron pasando, escribía en presente, cada cosa que iba viviendo, que me iba afectando de una manera positiva.
Hacer su libro de una forma tan personal y en tiempo real llevó a Toro a escribir, sin darse cuenta, en distintos tiempos verbales. «Algunos relatos estaban en presente, otros en pasado, tuve que revisarlo varias veces, hasta que llegó a manos de Ígneo y se ordenaron todos, pero es que el hecho de sentarse a escribir el libro, fue como estar canalizando los hechos, la información me llegaba sola, lo único que tenía que hacer era plasmarlo, la revisión venía después, tocaba escribirlo, sino te perdías la oportunidad».
Amor por las letras
De regreso a la vida es el primer libro de este autor chileno, pero la literatura siempre ha estado en su vida. «Leo desde muy joven, soy un apasionado de la lectura. García Márquez, Ernesto Sábato, Eduardo Galeano, también hay un montón de escritores chilenos que se me dan muy bien. Más actualizado, el japonés Haruki Murakami. Si me voy a la parte holística, está Deepak Chopra, hay un libro que me fascina, SincroDestinos, habla sobre cómo puedo estar en contacto con el universo, cómo te pasan las cosas y cómo te suceden cosas mágicas cuando están en sincronía».
Toro invita a quienes tienen la intención de escribir y publicar un libro a que se atrevan. «Siéntense, tomen una hoja, un lápiz y dejen que todo fluya. Cuando hayan terminado revisen lo que escribieron, no se detengan, los mayores obstáculos están dentro de nosotros. Cuando yo escribí este libro, tomé una decisión: que toda mi experiencia salga a la luz. Tuve mis reparos en si publicarlo o no, por un tema de ego, pero a mí no me interesa si es famoso o no, a mí me interesa que la gente que lea esto le sea útil, si le es útil, yo estoy feliz».
Una mirada a tu interior
De regreso a la vida no es una receta para sanar o un decálogo para quienes estén padeciendo una enfermedad. En voz de su propio autor, cada quien busca su camino para la sanación. «¿Por qué echarnos a morir si podemos crecer internamente? (…). En el fondo una enfermedad es producto de un desequilibrio energético interno que se atraviesa por algún accidente emocional que has tenido antes. Yo pude descubrir eso después de asumir esta enfermedad y, así, aceptarla», reflexiona.
«Muchas veces no nos damos cuenta de nuestra situación interna, no nos miramos. El libro está orientado a todo aquel que quiera mirarse, que quiera descubrirse, que quiera descubrir la magia que hay en la vida y que muchas veces pasamos por alto. Después de sanar, empecé a vivir el hoy. Creo que todos somos capaces de pensar y regresar a nuestro equilibrio interno. Si tu quieres recuperar tu equilibrio interno, empieza a mirarte, porque nuestro foco, fundamentalmente, está hacia afuera».
De regreso a la vida no es una receta para sanar o un decálogo para quienes estén padeciendo una enfermedad. En voz de su propio autor, cada quien busca su camino para la sanación.
Toro recuerda que al recibir su diagnóstico cambió su perspectiva. «Te cambian los colores, los aromas, el mundo ya no brilla, pero después te das cuenta que era un reflejo interior. Este libro busca precisamente entregarle a la gente que recibe un diagnóstico así, un enfoque diferente, otra manera de mirar su enfermedad y buscar un camino para su propia sanación».
Para este autor chileno, terapeuta holístico, esta experiencia le ha permitido ayudar, de forma práctica, a pacientes con cáncer. «Todo lo que ellos están pasando yo lo viví, lo experimenté, puedo darme cuenta de lo que padecen. Esta enfermedad me ayudó a desarrollar otra técnica para poder trabajar con la gente que está pasando por lo mismo. No puedo estar más agradecido de la vida».
«Si tu quieres recuperar tu equilibrio interno, empieza a mirarte, porque nuestro foco, fundamentalmente, está hacia afuera».
Hoy, Luis Toro no sólo continúa su proceso de acompañamiento a pacientes con enfermedades crónicas, ahora es una persona completamente sana. «Los últimos exámenes que me realicé hace unos meses atrás ya no detectan el tumor que tenía en los riñones, ni las lesiones óseas que tenía al principio. Los accidentes que hubo en un punto específico, ya no están.
Una apuesta acertada
Cuando un escritor decide sacar a la luz sus textos, comienza un recorrido que puede ser confuso, donde surgen preguntas sobre cómo hacerlo, a quién acudir, dónde publicar. Tomar la decisión es el siguiente paso.
«Todo esto era nuevo para mí, comencé a buscar y la verdad, tenía varias opciones, tres en realidad, y de repente aparece Ígneo. Con mi compañera, tarotista lo conversé, ella vio sus cartas y me aseguró que la mejor opción era Ígneo, ni siquiera lo pensé. Al otro día les escribí y me entregué. Así como me entregué a la sanación y me entregué a esta experiencia con Ígneo y la verdad es que me he sentido muy interpretado, son super receptivos y he visto que son super profesionales para trabajar. Mi experiencia ha sido realmente óptima, super agradecido con la forma que tienen de trabajar, me he sentido muy cómodo».
Sobre el autor
Luis Toro estudió Pedagogía en Química y Ciencias en la Universidad de Chile. Se ha especializado y dedicado a la consultoría en Desarrollo y Cambio Organizacional por más de 25 años.
Es terapeuta holístico y se ha formado en: Meditación Trascendental M.T., Programación Neurolingüística PNL en la Sociedad Médica de Santiago. También es Reiki Máster en The Reiki Alliance y Tsering Academia (Chile). Estudió Técnicas Japonesas de Reiki con el Maestro Frank Arjava Peter, en Buenos Aires. Blessing Giver de Oneness University of India con sede en Verona, Italia.
En 2017, luego de recuperarse de un diagnóstico de cáncer renal en etapa IV con metástasis ósea avanzada, se ha consagrado a sanar la enfermedad a través del estudio de las causas que la originan y a desarrollar la terapia en Recomposición Energética Celular con pacientes en estado avanzado.
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