La crisis del coronavirus está afectando a muchos ámbitos comerciales. Y el sector editorial quizá sea uno de los más afectados.
A medida que no se vislumbra una salida a la crisis generada por el Covid-19, se habla más de cómo hacer teletrabajo durante la cuarentena y de la transición digital. Expresiones que reflejan que estamos frente a un cambio inminente. Un cambio que afectará a muchos modelos de negocio, entre ellos el sector editorial.
El sector editorial lleva años atravesando un proceso de recambio muy desafiante, que afecta sobre todo a las editoriales independientes. El ecosistema del libro es desconocido para muchos, pero empieza por el canal de distribución: un libro bueno que se distribuye mal será un libro que pase sin pena ni gloria.
Por eso, muchas editoriales han empezado por cambiar sus canales de distribución. Se han inclinado por la distribución digital de sus libros. Muchas librerías lo han entendido así y empiezan a potenciar sus catálogos digitales. Otras han ido más lento y las consecuencias, lamentables, saltan a la vista ahora, en especial durante este período de confinamiento.
Mientras transcurren los días y muchos negocios cierran por cuarentena, la cadena del libro se resiente: librerías temporalmente cerradas, distribuidoras que no adquieren nuevos títulos, editoriales que tienen que replantear sus programas de publicaciones, ferias que se cancelan. Todo esto conduce a un escenario, en el peor de los casos pero realista, oscuro para el sector editorial. Si muchas librerías y editoriales habían cerrado por su falta de rentabilidad previo a la crisis del coronavirus, parece evidente que estaremos frente a una crisis en el sector que se traducirá en cierres de librerías y quiebra de distribuidoras y editoriales.
Luce lógico que la supervivencia en el sector editorial pase por apostar con más fuerza por la edición digital, mediante publicación en digital y la publicación bajo demanda. Esto implicaría reducir al mínimo la impresión de libros, o, en algunos casos, incluso prescindir de la impresión de estos. Igualmente, muchas editoriales tendrán que ajustar mucho más sus plantillas, prescindir de espacios físicos como oficinas y depósitos y decantarse por el teletrabajo. Otras, tendrían que recurrir a opciones como el outsourcing editorial para poder cumplir con sus compromisos.
El mes de octubre es clave para el sector editorial. Este mes se celebra cada año la feria del libro más importante del mundo: la Feria de Frankfurt 2020. Es el encuentro principal del comercio del libro, donde se negocian los derechos de autor y la compra de derechos de publicación de las editoriales más grandes del mundo. Será un termómetro claro para medir la salud del libro.
En Grupo Ígneo hemos venido apostando por una transición hacia lo digital. Entendemos que importa la presencia inteligente de nuestras obras en los catálogos digitales de las librerías más importantes del mundo, que incurrir en la disgregación de nuestros títulos en librerías que no siempre exhiben el trabajo de editoriales independientes. Asimismo, a través de nuestra página de servicios editoriales ofrecemos un nuevo modelo editorial para autores nuevos y otras editoriales.
El mundo posterior al coronavirus presentará muchos desafíos. Tanto personales como corporativos. De un momento a otro, todo cambió y veremos la consolidación del trabajo a distancia en general. Y en el sector editorial, veremos cómo las editoriales, en especial las independientes, serán de las primeras empresas que hagan del espacio digital su base principal de operaciones.