Descripción
Borealis. La historia de Saskia y su dilema con el frío de R. York nos plantea la siguiente cuestión: ¿es la adrenalina de la libertad compatible con la planificación y el orden? ¿Son suficientes como para mantener junta a una pareja? ¿hasta qué punto debe sacrificarse un proyecto personal para este fin?
La historia de la científica Saskia y su novio, narrada a través de románticos y divertidos pasajes en el frío, señala que construir para avanzar no siempre es agradable. La vida implica decidir, experimentar, quizá abandonar, todo bajo la luz de las convicciones personales mezcladas, a veces, con las de la pareja.
Esta enigmática novela inicia así:
Aunque en el calendario de la vida es casi imposible corroborar los verdaderos efectos de una decisión en particular, su día finalizaba con un angustioso sentimiento de derrota ante las decisiones profesionales que años atrás había tomado.
Con trinos irregulares, los pájaros más madrugadores la recibían tras una noche casi en vela de la que apenas comenzaba a asimilar las consecuencias, tanto para su carrera y, quizá, para su relación. Los hechos ocurridos ese día en el trabajo no dejaban mucho espacio para ideas de último momento y, hundida en esos pensamientos, subió al elevador y sacó las llaves del departamento que compartía con su pareja en un tercer piso al sur de la ciudad.
Abrió la puerta con la sensación de que la escena que la recibiría se extinguiría pronto. La luz de la pequeña lámpara al fondo de la sala había permanecido encendida toda la noche, ofreciéndole una cálida llegada a pesar del frío que envolvía a la madrugada. Sobre la mesa de centro habían varias revistas, más que las de costumbre. No era tan raro: su novio trabajaba en una agencia de medios y todas las semanas traía algunas. Contra su deseo, él las iba apilando al lado del sillón, formando una torre que usaba como mesa de apoyo lateral, tal como dejaban ver la copa con restos de vino y un plato con un pedazo de queso. Al ver estas nuevas revistas, Saskia ya no pensó lo de siempre: «debería regalárselas al señor del quiosco de la esquina, seguro les sacaría más provecho». Qué más daban unas más en la torre
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